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Esta novela incluye: facciones enfrentadas del lejano planeta Akun (en Próxima Centauri), rayos lumínicos, locura, violencia a raudales, la legendaria proporción Fibonacci y por sobre todas las cosas Indra, la magnífica droga violeta del espacio ¡Estamos hasta las manos y la amenaza es extraterrestre!
"La Tierra está condenada y no es culpa tuya, ni del CO2 que emiten tus asados y tu heladera y ni hablar de tu RAM 4x4, igual a la que maneja Saulito Bernardetti, un intendente patagónico de bajos instintos y apetencia desaforada por el poder, el dinero y las prebendas. Estamos hasta las manos y la amenaza es extraterrestre. En realidad es por culpa de Saulito, aunque en líneas generales Saulito más que culpable es otro eslabón de una cadena de casualidades que incluye: dos facciones enfrentadas del lejano planeta Akun (en Próxima Centauri), rayos lumínicos, locura, violencia a raudales, la legendaria proporción Fibonacci y por sobre todas las cosas Indra, la magnífica droga violeta del espacio, que flagela a nuestro héroe Nathanael Yáñez, un delegado sindical propenso a la hipocondría. También aparece su hermosa familia, de la que no diremos mucho para que no se encariñen con gente tan cerca de morir junto con el resto de las almas que habitan este planeta alejado de la mano de Dios. Todo eso, en el agreste e inmarcesible marco natural del interior neuquino, en las afueras del pueblo de San Cráter, un pueblo donde jamás pasó nada y de pronto comenzó a pasar de todo."
