Jorge es un detective privado porteño que nunca ha usado una peluca o un bigote falso, ni mucho menos ha buscado las pistas de alguna huella digital. Sus investigaciones siempre se basan en una premisa: hay mucha gente con ganas de hablar. Ya sea un vecino charlatán, un empleado chusma, e incluso las víctimas mismas investigadas, siempre alguien termina, parloteo mediante, dándole la información necesaria al disimulado y carismático Jorge. Si bien Jorge se desenvuelve en su trabajo con impecable soltura y éxito, fuera de su rol de detective, su carisma se esfuma, y deviene un ser despreciable, machista y egoísta, al que no se le mueve un pelo por nada en el mundo y acarrea una gran angustia oculta. Pero todo cambia cuando debe investigar a Elvira Puente, una coreógrafa de ballet contemporáneo de cierto renombre, quien viaja a diario, misteriosamente y en soledad a una casa en una isla del Delta. Si te pinta, también podés ver la peli adaptación de esta novela gráfica.